lunes, 16 de julio de 2007

ASK THE DUST







Basada en la novela Ask the dust de John Fante, Pregúntale al viento es una historia de amor destructivo e hiriente ambientada en la ciudad de Los Ángeles de 1930. Su director y guionista, Robert Towne, amigo de Fante, culmina así un largo proyecto de treinta años.
La cinta nos narra la vida de Arturo Bandini (Colin Farell) a través de la voz de éste, un joven escritor ítaloamericano, nacido en Colorado, que ha viajado a Los Ángeles para tratar de cumplir el sueño americano, casarse con una mujer rubia, anglosajona y rica y convertirse en un autor de éxito retratando el estilo de vida y costumbres americanas. Pero en su vida se cruzará Camilla López (Salma Hayek), una camarera mexicana, que al igual que Bandini busca casarse con un americano para cambiar su apellido y darle a sus futuros hijos las oportunidades que ella no tuvo. Ambos se sentirán atraídos casi al instante, sin embargo sus sueños habrán de chocar con ese amor que empiezan a sentir el uno por el otro, dando comienzo a una relación de amor-odio destructiva. La historia se va desarrollando a través de los encuentros y desencuentros de estos personajes, que tratan de encajar en una sociedad prejuiciosa que los rechaza. Pregúntale al viento viene a ser un drama romántico más, adaptado de una novela con mayor o menor acierto, que retrata una sociedad que acaba de salir de la Gran Depresión a través de unos personajes de fuertes caracteres que parecen condenados a amarse, aun cuando en sus planes y sueños no tenga cabida ese amor. Bandini (que es el alter ego de Fante en sus novelas) es un personaje ambiguo, capaz de ser amable y generoso en ocasiones, y otras veces orgulloso, chulo y prepotente; interpretado por Colin Farell, el actor trata de dar vida a todas estas facetas del personaje, aunque la que más patente queda es esa actitud chulesca de Bandini cuando tiene unos cuantos dólares en el bolsillo. Camilla es un personaje lleno de vitalidad y sueños que desea cumplir, con un carácter fuerte y decidido que trata de no doblegarse frente a una sociedad que la mira con desprecio. Salma Hayek se mete en la piel de este personaje para darle vida a través de la tortuosa relación con Bandini, ya que él es el protagonista de la historia, y aunque no lleva el peso de ésta, su presencia en pantalla durante las escenas con Farell se hace patente. La historia de amor, que es la base del film, sirve para retratar la forma de vida de los años treinta, con todos sus prejuicios sociales y morales, así como ese deseo de encajar de los inmigrantes o los hijos de inmigrantes a través del matrimonio o el dinero y el éxito. Los actores con su interpretación saben llevar a buen término las escenas y los diálogos más hirientes, pese a que los personajes pecan de ser algo planos y poco desarrollados en determinadas ocasiones Y además podemos ver las “tijeras” de la adaptación de un libro al cine, con la aparición de determinados personajes, como el de <>Vera Rifkin, interpretado por Idina Menzel, o el de Sammy (Justin Kirk), que dan la sensación de no quedar bien solucionados. Mención a parte merece el pequeño papel interpretado por Donald Sutherland, que da vida al vecino “tocado” de Bandini, Hellfrick, un veterano de la Primera Guerra Mundial que gasta la mayor parte de su dinero (prestado por Bandini) en alcohol, y que comparte con el joven escritor los sueños y fantasías que les atormentan. Sin embargo, el ritmo narrativo de la película es bastante lento, decayendo en algunos puntos a mucho más que lento, la “acción” viene de la mano de las peleas y discusiones de los protagonistas, que en determinados momentos llegan a ser repetitivas (a veces el repertorio de insultos es escaso, ya que se repiten unos cuantos). La fotografía y vestuario consiguen dar credibilidad a ese Los Ángeles de 1930; colores cálidos y pastel en el ropa, así como en los tonos de la cinta dan una ambientación perfecta, que se complementa con la permanente presencia del sol y los paisajes áridos y polvorientos y los detallados decorados construidos en Sudáfrica (donde se rodó íntegramente la película) que recrean con gran veracidad los edificios y calles de Bunker Hill. A esto también ayuda un buen montaje de sonido y las locuciones de radio como las de la época que se pueden oír en determinadas ocasiones de la película. La banda sonora es normalita, acompañando como fondo durante toda la cinta. En definitiva, una película lenta, que se hace demasiado larga, además de predecible. Recomendada para los amantes de los dramas románticos con finales trágicos o semitrágicos.


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